Siempre tuve ese rollo, esa obsesión: escribir.
Escribir cualquier cosa que me venia a la mente, las cosas
que me estaban pasando.
O simplemente frases exterminadoras: “me canse de esto”, “tal cosa me tiene harto”, “amo tal otra”, bla,
bla, bla.
El papel es prudente. El papel no te es infiel, no te caga,
te deja ser. No te pone cara de circunstancia, aunque le estés contando que
tenes morbo con las ratas egipcias o que te excita ver como los murciélagos duermen
en el taparrollo de tu ventana…
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Are you talking to me...??