15/6/13

Hablen bien ¡mierdas!

¡Holis!, grita la vecina y me dan ganas de retrucarle con un epíteto.



No es que yo no sea un joven educado. Simplemente hay cosas que sacan lo peor de mí. Sobre todo la deformación del lenguaje.



Habiendo un hermoso stock de palabras como “hola”, “buenos días”, “¿qué tal?” y “¿cómo estás?”, ¿por qué “holis”?. El inventor de los diminutivitos y las terminaciones en “is” es un psicópata que nos va a terminar enloqueciendo a todos.



Ponéle que te banques que hablen así los adolescentes: “lokis”, “primis”, “sobris”, “amiguis”. Pero no se les puede permitir tamaña pelotudez a personas mayores que pagan impuestos, cargas sociales y emiten su voto.



El derecho penal debería contemplar atenuantes en caso de agresión a un boludo grandote que salude a otro con un “chauchis”.



La vez pasada, una usuario de la red social del pajarito que, según se muestra en su "avatar" pasó hace tiempo sus “cuarentis”, me mandó “besis” por haberla "seguido". Mujer de canas visibles, madre de un par de criaturas. Nada más deserotizante que un “besi”. Dios me libre y me guarde. Mandame un beso grande o un abrazo. Pero “besis”, de ninguna manera.



¿Y el “okis”? ¿No es suficiente con los anglicismos deformadores del léxico como para que el okay derive, encima, en un amorfo e irritante “okis”?



Chauchis, amis, me harté de toda esta pavada. Hablen bien, ¡carajo! ¿Okis? Besis.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Are you talking to me...??