9/11/15

In-paciencia

"Ya no tengo paciencia para algunas cosas, no porque me haya vuelto arrogante, sino simplemente porque llegué a un punto de mi vida en que no me apetece perder más tiempo con aquello que me desagrada o hiere.

No tengo paciencia para el cinismo, críticas en exceso y exigencias de cualquier naturaleza.

Perdí la voluntad de agradar a quien no agrado, de amar a quien no me ama y de sonreír para quien no quiere sonreírme.

Ya no dedico un minuto a quien miente o quiere manipular. 

Decidí no convivir más con la pretensión, hipocresía, deshonestidad y elogios baratos.

No consigo tolerar la erudición selectiva y la altivez académica. 

No me ajusto más con la barriada o el chusmerío.

No soporto conflictos y comparaciones.

Creo en un mundo de opuestos y por eso evito personas de carácter rígido e inflexible.

En la amistad me desagrada la falta de lealtad y la traición.

No me llevo nada bien con quien no sabe elogiar o incentivar.

Las exageraciones me aburren y tengo dificultad en aceptar a quien no gusta de los animales.

Y encima de todo ya no tengo paciencia alguna para quien no merece mi paciencia"